Hoy comienza la primavera, una de mis estaciones preferidas, olor a azahar, luz, color... y quiero contaros que estoy muy feliz, que a pesar de empezar la semana un poco decaída, vosotros, los que hacéis posible que exista Magdalena Sweet, ayer me subisteis la moral, la motivación, el ánimo por seguir en este dulce mundo. Gracias por vuestros comentarios y me gusta en mi página de Facebook, vuestro apoyo es fundamental para mí. Por todo ello, quiero dedicar esta entrada a todos y todas las que estáis ahí, gracias.
Mi última tarta me la pidió Pepe para el santo de su mujer, que también es el día de su santo, ¡jejeje! Total que tenían mucho que celebrar porque además esperan a su primer hijo, enhorabuena pareja. Qué bonito es este momento, nunca mejor dicho es una dulce espera. Me dijo que quería sorprenderla con una tarta que estuviera relacionado con su embarazo y que me dejaba vía libre, así que me puse rápidamente a pensar, ya que no teníamos mucho tiempo. Después de darle algunas vueltas, me decidí por un cielo lleno de nubes en el que apareciera una cigüeña con un bebé.